Cepsa está en condiciones de sacar mucho rendimiento a la torre madrileña a la que da nombre. Por un lado, la empresa tiene alquilado desde 2013 todo el edificio y sus planes de subarrendar ocho plantas, que ahora se encuentran vacías, le permitirán ahorrar casi 5 millones en los pagos que hace anualmente a Bankia. En paralelo, Cepsa estudia vender la opción de compra sobre el inmueble, de la que dispone y que vence este año.
Considerando el boom que experimenta el mercado de las oficinas premium en Madrid, tanto el proyecto de hallar nuevos inquilinos como el de traspasar los derechos de compra presentan expectativas de buenos resultados. Y estos llegarán en el mejor momento, cuando Cepsa busca mitigar los perjuicios derivados del bajo precio del crudo.
