Keith Tan, de 41 años, dejó su trabajo como administrador financiero en 2015. ¿Por qué? Este emprendedor encontró una oportunidad de negocio en un sector un tanto peculiar: los robots que hacen café. "Tenía 35 años, trabajaba y pensé: 'Es mi oportunidad'. Tengo que hacer algo, construir algo para mí", dijo justo antes de crear su propia cadena de cafeterías.
