Tras desvelarse las conversaciones que McLaren ha iniciado con Mercedes a fin de reemplazar a Honda como su proveedor de motores, los de Woking han publicado un polémico tuit con un montaje de su monoplaza con los colores de Mercedes-Benz, su socio entre 1995 y 2014. Además, en la imagen han borrado el logo de Honda que el MCL32 tiene inscrito en la tapa del motor, todo un dardo envenenado del que se desconocen cuáles serán las repercusiones.

Cada año, las regiones en las que predomina la cultura China celebran el festival de Qingming o Día de los Difuntos, en el cual los ciudadanos encargan réplicas de productos de lujo fabricados con papel para luego quemarlos -habitualmente en cementerios- como tributo a sus seres queridos fallecidos. Tabletas, iPhones, o mansiones a escala reducida son algunas de las imitaciones más populares que acaban en llamas, pero este año ha habido una de ellas que ha llamado especialmente la atención: un estridente Lamborghini Aventador dorado... a tamaño real.

El coche eléctrico es sin duda, junto la conducción autónoma, el gran reto de las marcas automovilísticas de cara al futuro. En concreto, la carrera en la que todas las firmas se encuentran inmersas es en la de lograr cuanto antes una batería con la suficiente densidad energética como para dotar al vehículo de un rango tan elevado que conquiste a esa parte de la clientela aún reticente a este sistema de propulsión. Pero, ¿y si dichas baterías no fuesen la mejor solución a la autonomía de los eléctricos?

La relación de McLaren con Honda parece tener los días contados. Tras unos test de pretemporada en los que los fallos mecánicos no han dado tregua al MCL32 y han dejado entrever que se cierne una temporada de fracasos continuos, los de Woking ya buscan solución de cara a 2018 y esa vía de escape podría ser Mercedes.