Cataluña cerrará la campaña turística de este verano con un descenso de la ocupación por encima del 5% con respecto a 2017, según las primeras previsiones del sector. El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, estimó que la ocupación de los hoteles de la capital catalana se ha situado entre julio y agosto en el 80%, cinco puntos por debajo de la registrada en el mismo periodo de 2017. Pese al descenso, Barcelona fue la ciudad de España con más pernoctaciones en julio, con 1,8 millones de noches por parte de turistas extranjeros y 233.749 de viajeros residentes en el país, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Aun así, Casals cree que "la ciudad no está funcionando como debería" y ha atribuido el descenso a que la imagen de la capital ha empeorado por factores como "las huelgas y retrasos en el aeropuerto, el aumento de vendedores ambulantes, el incremento de robos o el conflicto protagonizado por los taxistas en julio". Joan Carles Casanovas, director del Hotel Casa Fuster, explica a este medio las claves de cómo mantener una clientela fiel en tiempos de inestabilidad.