Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Cuando parecía que Donald Trump había decidido tomarse un descanso de los anuncios constantes de aranceles hasta el 'día D' del próximo 2 de abril, cuando prevé poner tasas a prácticamente todos los países del mundo, el presidente de EEUU ha vuelto a atacar a uno de sus víctimas favoritas: los coches. Trump ha anunciado que pondrá aranceles del 25% al sector del automóvil, y según Bloomberg, esto afectará a todos los coches completos que entren en EEUU, evitando así atacar directamente a las cadenas de suministro de piezas, la mayor amenaza a la industria estadounidense.

Aunque todas las miradas están puestas en los aranceles que Donald Trump quiere imponer al comercio internacional, que amenazan con sacudir la economía de medio planeta, hay un arancel que puede ser aún más importante que todos ellos. Uno de los principales asesores del presidente de EEUU ha diseñado un plan para debilitar el dólar que pasa por imponer un arancel a la compra de bonos del Tesoro de EEUU. Un 'arancel al dinero' que pondría el sistema financiero internacional patas arriba.

Como cada pocos años, EEUU se enfrenta a una de sus crisis recurrentes: el llamado 'techo de la deuda'. El Tesoro lleva desde el pasado 2 de enero sin poder emitir más deuda pública para financiarse, y no podrá volver a hacerlo si el Congreso, que tiene la última palabra a la hora de emitir bonos, no aprueba una ley para permitir al Gobierno a seguir emitiendo más deuda. Hasta entonces, la Administración de Donald Trump tiene que tirar de sus ahorros y de los ingresos por impuestos para cubrir sus gastos. Y la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) ha advertido hoy de que ese dinero podría acabarse a finales de julio si todo va bien... y en mayo si los gastos van por encima de lo previsto. Una nueva crisis que amenaza con llevar a EEUU al borde del 'default' una vez más.

Este lunes, Donald Trump inauguró un nuevo tipo de castigo que nunca se había probado antes: los "aranceles secundarios". En una orden ejecutiva, el presidente de EEUU impuso un arancel del 25% a todos los países que compren petróleo venezolano, en un intento de cortar la principal fuente de ingresos del Gobierno de Nicolás Maduro. Un movimiento innovador que va más allá de las tradicionales sanciones financieras que ya impuso en su anterior mandato, y que no han servido para lograr que el mandatario autoritario del país caribeño abandone el poder.

Hace 25 años, la empresa que es ahora conocida por ser la que tiene más bitcoins del mundo, saltó a la fama por detonar la burbuja de las puntocom. MicroStrategy se llama ahora Strategy y, aunque se haya cambiado el nombre recientemente, ha conservado a lo largo de los años su seña de identidad: es un foco de riesgo extremo. La compañía vende software desde el siglo pasado y ahora, además, acumula bitcoins por encima de sus posibilidades. El pufo en sus cuentas en los años 2000 consiguió acabar pinchando la burbuja de las puntocom y, en el aniversario de dicha tragedia, su balance sigue siendo muy sospechoso.

Desde hace dos meses, las bolsas suben y bajan de forma inversa a las amenazas de aranceles de Donald Trump. Cuanto más duros promete que serán, más caen los mercados. Y cuando abre la mano y los retira parcialmente, los mercados rebotan con fuerza. Esta semana empieza con rumores de que los aranceles masivos prometidos para el próximo 2 de abril, el que Trump prometió que sería el "Día de la Liberación", serán algo más pequeños de lo temido, evitando los aranceles sectoriales con los que había amenazado en las últimas semanas. Un respiro parcial que las bolsas están celebrando con subidas de hasta el 2% en la tecnología.

Está en las mesas de los altos cargos del Partido Comunista. Es un regalo común entre políticos, empresarios y visitantes al país. Emborrachó a Richard Nixon en su histórica visita a Pekín. Y su valor se ha disparado en bolsa hasta rivalizar con el de Coca-Cola. Se trata de una bebida alcohólica, Kweichow Moutai, que pasó a la posteridad como la bebida favorita de Mao Zedong, y que ahora se ha convertido en la cuarta empresa más valiosa del gigante asiático.

Nike, el gigante estadounidense del sector textil, ha presentado unos resultados que han hecho respirar a unos inversores que llevan años preocupados por su delicada situación. Pero Elliott Hill, su nuevo consejero delegado, ha llegado con buen pie a la compañía, batiendo las pésimas expectativas que tenían los analistas. La compañía que viste a equipos como el FC Barcelona y el Atlético de Madrid ha registrado una caída del 9% de sus ingresos hasta los 11.300 millones de dólares, cosechado una cifra bastante mejor que la caída del 11%, hasta los 11.000 millones, que pronosticaba el mercado.

Dan McCrum es un nombre conocido en el periodismo financiero europeo: el periodista financiero del Financial Times fue el primero en detectar que la firma alemana Wirecard había gastado grandes cantidades de dinero en comprar empresas que no existían. El Estado alemán le investigó durante años, acusándole de intentar manipular el mercado contando bulos sobre Wirecard, hasta que un día descubrieron que tenía razón y que la compañía financiera llevaba años falsificando sus cuentas. La empresa quebró en 2020 con un agujero contable de más de 2.000 millones. Pues bien: cinco años después de la investigación que le hizo saltar a la fama en el mundo financiero, McCrum acaba de alertar de un descuadre de 1.400 millones en las cuentas de Tesla.

La Reserva Federal ha cumplido con las expectativas de los mercados, manteniendo los tipos de interés estables en el rango del 4,25% al 4,50%, pero la clave ha estado en el discurso de Jerome Powell, que ha minimizado el impacto de los aranceles sobre la inflación, calificándola de "transitoria". Las previsiones del banco central apenas empeoran las previsiones de inflación para 2026 y 2027. Además, el FOMC sigue manteniendo dos recortes de tipos para este año. La Fed también ha tenido un guiño con la economía al frenar drásticamente la reducción de su hoja de balance: la venta de bonos del Tesoro que lleva ejecutando desde 2022 caerá a apenas 5.000 millones mensuales a partir de abril. Supone un guiño 'dovish' para la economía, al frenar el endurecimiento monetario que suponía esta práctica.