La firma alemana de servicios de pagos Wirecard no consigue frenar su 'sangría' en el parqué. Sus acciones, cotizadas en el índice Dax 30 de la bolsa de Frankfurt, sufren un desplome del 83% desde el pasado miércoles. El jueves la compañía admitió un 'agujero' de 1.900 millones de euros en sus cuentas, lo que desencadenó una auténtica debacle en su cotización. Un desplome que hoy lunes se profundiza después de que la compañía haya admitido que lo más probable es que este dinero no exista. Al cierre, se dejó un 44,07% hasta 14,44 euros por título, cuando hace dos meses superaba los 130 euros por acción.
"El consejo de administración de Wirecard considera que hay una probabilidad predominante de que no existan saldos de cuentas bancarias por un monto de 1.900 millones de euros", ha trasladado a primera hora la fintech germana en un comunicado.
La entidad también ha anunciado la retirada de sus cuentas preliminares correspondientes al ejercicio 2019, así como de los resultados provisionales del primer trimestre de 2020 y la cancelación de sus previsiones de resultado bruto de explotación (ebitda) e ingresos para el ejercicio 2020.
Escándalo contable
El escándalo contable detectado por el auditor, EY, provocó la dimisión inmediata el viernes de Markus Braun como consejero delegado y el nombramiento de James H. Freis, quien tan solo un día antes había sido nombrado como nuevo miembro del consejo de administración de la compañía.
La firma había reconocido horas antes que puede haber sido víctima de un fraude "de proporciones considerables" después de anunciar un nuevo retraso en la publicación de sus cuentas anuales como resultado de una irregularidad contable de 1.900 millones de euros.
"En la actualidad, no puede descartarse que Wirecard se haya convertido en parte perjudicada en un caso de fraude de proporciones considerables", había afirmado Braun.
La fintech había explicado previamente que su firma de auditoría no encontró "suficientes pruebas" de que los balances de efectivo en las cuentas fiduciarias de la empresa contaran con 1.900 millones de euros, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía.
Una vergüenza
El agujero contable de Wirecard por el que presuntamente se esfumaron 1.900 millones de euros ha acaparado gran parte de la atención del evento bancario celebrado este lunes en Frankfurt, capital financiera del país, en el que el presidente del Autoridad de Supervisión Financiera de Alemania (BaFin), Felix Hufeld, ha indicado que lo ocurrido es un absoluto desastre.
"Es una vergüenza que algo así haya ocurrido"
"Es una vergüenza que algo así haya ocurrido", ha afirmado en declaraciones recogidas por la prensa germana.
"No hemos sido lo suficientemente eficaces para evitar que esto suceda. Acepto totalmente las críticas", ha admitido Hufeld, para quien lo sucedido con la fintech representa la situación más grave acontecida a una empresa cotizada en el Dax, el selectivo de la bolsa germana, por lo que ha subrayado la importancia de aclarar los hechos con la mayor rapidez posible.
No es la primera vez que Wirecard se ve envuelta en polémicas de contabilidad. En octubre del año pasado, Financial Times publicó que la compañía de pagos infló sus cifras relativas a 2018 de facturación y beneficio de filiales en Dubai e Irlanda para confundir a la auditora. La compañía negó entonces tales acusaciones.
La posición de BaFin entonces fue muy criticada, ya que prohibió las posiciones cortas o bajistas sobre las acciones de la compañía.
Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, ha defendido hoy la labor del supervisor al afirmar en su intervención mediante videoconferencia que las instituciones "habían trabajado muy duro y cumplido su cometido".