Inteligencia Artificial
OpenAI, como su nombre indica, nació con una vocación abierta y, en su forma, como un instituto sin ánimo de lucro. Hoy la empresa tras ChatGPT está muy lejos de esos postulados, pero su transición hacia una compañía 100% convencional le está costando más de la cuenta por culpa de uno de sus cofundadores, que no es otro que Elon Musk, al que ahora además se le han sumado varios exempleados.