Desde los años 70 la producción de alimentos, bioenergía, fibras y otros materiales ha aumentado y el valor de los cultivos triplicado, pero la agricultura, silvicultura, producción de bioenergía y pesca no existirían sin los procesos y servicios ecosistémicos ambientales. Es el caso de la polinización -el 75% de cultivos alimentarios depende de los insectos-. Pero la biomasa de insectos voladores ha disminuido más de 75% los últimos 30 años. Así que se estima que entre 235 y 577.000 millones de dólares de producción anual de cultivos está en riesgo. Además, alrededor de un millón de especies están amenazadas de extinción. Incluso la biomasa de la vegetación ha disminuido en un 50%.

Director de investigación en sostenibilidad en Pictet AM