Las exigencias medioambientales de la nueva PAC 2023-2027 son una de las principales causas de la rebelión que ha puesto en pie a miles de agricultores en nuestro país durante los últimos días. La complejidad y el carácter antiagronómico de algunas de las medidas incluidas en el nuevo modelo no solamente tienen un claro impacto en la productividad, sino que en su primer año de aplicación han supuesto un coste adicional para el sector primario, que dejará de ingresar 157 millones de euros en ayudas.