El presidente del Gobierno y su familia han comenzado las vacaciones de Semana Santa este miércoles y lo han hecho con un susto mayúsculo. El Falcon, avión presidencial que los trasladaba a Doñana, ha sufrido una avería a los quince minutos de emprender el vuelo desde Torrejón de Ardoz, en Madrid. La aeronave volaba a más de 9.000 metros de altura cuando descendió de golpe 6.000 metros en apenas minutos, haciendo saltar las mascarillas de oxígeno en la cabina de pasajeros.