Tremendo susto para Pedro Sánchez y Begoña Gómez a bordo del Falcon: aterrizaje de emergencia camino a Doñana

El presidente del Gobierno y su familia han comenzado las vacaciones de Semana Santa este miércoles y lo han hecho con un susto mayúsculo. El Falcon, avión presidencial que los trasladaba a Doñana, ha sufrido una avería a los quince minutos de emprender el vuelo desde Torrejón de Ardoz, en Madrid. La aeronave volaba a más de 9.000 metros de altura cuando descendió de golpe 6.000 metros en apenas minutos, haciendo saltar las mascarillas de oxígeno en la cabina de pasajeros.

Según OkDiario, los registros de vuelo apuntan a una despresurización (pérdida de presión en la cabina), pues la velocidad se redujo de 726 kilómetros por hora hasta 462 en apenas dos minutos. Se trata de una situación de emergencia que puede ser crítica y que ha obligado al piloto a regresar a Madrid para realizar un aterrizaje de emergencia. Los hechos han tenido lugar poco después de las 17:00 horas, cuando el Falcon sobrevolaba Ciudad Real. La incidencia ha obligado a "paralizar despegues y aterrizajes de los vuelos de Barajas con configuración sur".

Apenas una hora después, Pedro Sánchez, Begoña Gómez y sus dos hijas, Carlota y Ainhoa, han embarcado de nuevo, esta vez en un Falcon de repuesto, y se han dirigido ya sin incidencias a su destino final: el palacete de Las Marismillas, en Doñana. Han aterrizado en la base de Rota a las 18:53 horas, donde les esperaba la Guardia Civil para escoltarles hasta el centro del parque natural. Fuentes del Ministerio de Defensa han asegurado al citado diario que "los Falcon ya están muy viejos" y que no es la primera vez que dan un susto de estas características.

Un oasis en Doñana

Por suerte, todo ha quedado en un susto que la familia Sánchez Gómez podrá olvidar desde la tranquilidad de Las Marismillas, un palacete de estilo colonial inglés situado en el extremo sur del parque de Doñana y que forma parte de Patrimonio del Estado desde los años 90. Aquí se han hospedado desde Felipe González a José María Aznar pasando por Angela Merkel o Tony Blair.

La residencia cuenta con 18 habitaciones con sus respectivos 18 baños, todas nombradas como las aves típicas de la zona. Tiene un enorme comedor, piscina y playa propia.