Economista jefe de renta variable global en Goldman Sachs
Peter Oppenheimer

Durante varios años después del inicio de la crisis financiera de 2007, los temores deflacionistas acompañaron persistentemente a la débil recuperación de la economía global. Los bancos centrales respondieron aplicando recortes sustanciales en los tipos de interés y poniendo en marcha el famoso Quantitative Easing (QE), lo cual contribuyó a comprimir las rentabilidades. Pese a que el crecimiento global acabó finalmente mostrando mayor recuperación hace aproximadamente un año, y desde entonces se ha ampliado, la inflación se ha mantenido consistentemente baja, situándose en la mayoría de los casos por debajo de las tasas objetivo de los bancos centrales.

Análisis

La caída de los precios al consumo y de las materias primas constituyen una pareja inusual, que se ha acoplado desde 2010 al rápido crecimiento de los precios de los activos. Esta aparente paradoja se explica por el débil crecimiento global y la agresiva respuesta de las políticas expansivas, factores ambos que han disparado las valoraciones en los mercados de capitales.

Peter Oppenheimer

La caída de los precios al consumo y de las materias primas constituyen una pareja inusual, que se ha acoplado desde 2010 al rápido crecimiento de los precios de los activos. Esta aparente paradoja se explica por el débil crecimiento global y la agresiva respuesta de las políticas expansivas, factores ambos que han disparado las valoraciones en los mercados de capitales.

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