Óscar Sánchez
No puedo ocultarles mi sensación de que, desde hace ya un tiempo, en los criterios de inversión en bolsa son los ordenadores los que deciden, y eso provoca oscilaciones radicales al ser tomadas las decisiones en base a algoritmos, que aplican en menor medida criterios fundamentales. Y no parece que esta tendencia vaya a cambiar a corto plazo. Habrá que aceptarlo así. Todavía recuerdo cuando una variación de un 1% en la cotización en bolsa era noticia -¡qué tiempos aquellos!-. Más noticias en la revista gratuita elEconomista País Vasco