Tecnología
La teoría de las curvas exponenciales dicta una peculiaridad de la percepción humana: desde cualquier punto, el pasado parece un camino llano y predecible, mientras que el futuro se alza como una montaña imponente que nos llama. Es el vertiginoso mundo de la inteligencia artificial y la edad dorada del asombro. El discurso público y empresarial está cautivado, casi hipnotizado, por las cumbres que se anuncian en el horizonte cercano. Laboratorios y startups nos bombardean con promesas de modelos como Grok 4, que xAI acaba de lanzar convirtiéndose en el mejor modelo actual según los benchmarks más prestigiosos; GPT-5, que OpenAI ha programado para este verano; y la continua evolución de la familia Claude de Anthropic también al caer, por mencionar los más destacados.