Renfe va camino de convertir los trenes turísticos en un filón, además de escaparate de la geografía española que atrae la atención del turismo internacional. A falta de un mes para cerrar las cuentas de 2015, la operadora ferroviaria estima unos ingresos anuales de 7 millones de euros procedentes de la facturación de los trenes turísticos del segmento de lujo (Transcantábrico G.L., Transcantábrico Clásico, Al Andalus y El Expreso de la Robla).