Director general Aspapel (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)

El Proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica ha iniciado su tramitación parlamentaria en un momento clave. En el contexto europeo, la reindustrialización por fin se reconoce como una prioridad estratégica. Así, el Informe Draghi planteó una inversión anual adicional de hasta 800.000 millones de euros para que la Unión Europea recupere su competitividad; mientras que el Informe Letta destacó la importancia de impulsar la autonomía estratégica para promover la paz y el respeto en el contexto actual.

El reciente informe sobre la competitividad de la Unión Europea, liderado por Mario Draghi, no solo llega en el momento justo, sino que también hace un diagnóstico preciso y muy certero a la hora de señalar los desafíos más urgentes que enfrenta la economía del continente. Entre los principales, destaca la necesidad de poner nuevamente en el centro del debate la competitividad industrial europea. Un tema que, pese a las voces que defienden la reindustrialización, parece haber quedado relegado en los últimos años. Mientras los ojos del mundo se fijaban en la transición energética, la digitalización y la recuperación post-pandemia, el sector industrial europeo, que ha sido el motor de la economía durante décadas, ha sufrido una evidente erosión.

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