Redactor de Informalia.

La historia de Givenchy está marcada por la elegancia atemporal y la sofisticación. La firma francesa, fundada en 1952 por Hubert de Givenchy, fue responsable de algunos de los diseños más icónicos de la moda, como el célebre little black dress que Audrey Hepburn lució en Breakfast at Tiffany’s. Sin embargo, en los últimos años, la maison había perdido parte de su relevancia, especialmente desde que Clare Waight Keller diseñó el vestido de novia de Meghan Markle en 2018.

El diseñador JW Anderson es noticia este jueves después de que Informalia adelantara en exclusiva su salida de Loewe. Aunque la marca aún no ha hecho un anuncio oficial, diversas fuentes señalan que el creativo irlandés está listo para emprender nuevos proyectos y su nombre resuena con fuerza como posible sucesor en Dior.

Conmoción en el grupo LVMH, el conglomerado francés de lujo y moda más importante del mundo. Loewe, la firma creada en España en 1846 y adquirida hace unos años por LVMH, propiedad del magnate francés Bernard Arnault, pierde a Jonathan William Anderson, más conocido como JW Anderson, de 40 años, su director creativo desde hace 13 años, si bien la firma no ha comunicado ni desmentido la información.

Mientras el mundo se despeña por el abismo de su propia inestabilidad, entre guerras, crisis arancelarias, y tragedias, hay un hombre que se levanta cada mañana con una preocupación mucho más trascendental: el despojo del trono de Francia, ese que le pertenece por derecho divino, por linaje sagrado, por un delirio monárquico que haría sonrojar hasta al mismísimo Luis XIV, tatarabuelo con muchas tas del hijo de Carmen Martínez Bordiú y el duque de Cádiz.

Cada año, los Oscar sacan su varita mágica y convierten el Dolby Theatre en el último vestigio de un Hollywood que aún quiere soñar con su propia importancia. Es un espectáculo que transcurre entre el drama y la comedia involuntaria, entre discursos apasionados y tropiezos memorables. No importa cuán predecibles sean algunos ganadores ni cuántas veces la gala parezca desmoronarse sobre su propio peso, siempre hay momentos que convierten la noche en algo irrepetible.

Céline describe su Londres de pesadilla como un espejo negro de nuestro tiempo. El destino literario de Céline, una sinfonía de estrépito y abismo, es el de un escritor maldito, genio indiscutible y traidor imperdonable. Pero su nombre nunca deja de escocer en las conciencias más puras. Su regreso a las librerías, con manuscritos inéditos que emergen como esqueletos de un naufragio, no es solo un hallazgo arqueológico de la literatura del siglo XX: es una prueba de que el pasado no muere nunca, que nos acecha, que nos observa desde la sombra, esperando el momento para revelarnos, de golpe, nuestra propia decadencia.

Los Oscar son, en su esencia, y además de un negocio, un acto de vanidad y resistencia. Se trata de fijar una imagen en la memoria colectiva, de asegurarse de que en el futuro, cuando alguien busque Oscar 2025 en un archivo digital, su imagen en la alfombra roja siga apareciendo entre las primeras.

Los Oscar han dejado una mezcla de celebraciones, discursos emotivos y momentos de tensión. Sean Baker y su audaz visión del cine independiente han triunfado, muy merecidamente, mientras que la polémica en torno a Karla Sofía Gascón ha castigado a la que en principio era la película más nominada, salvando a Zoe Saldaña de la quema.

Los Oscar de este año han conseguido lo que pocas veces ocurre en la historia de la Academia: mantener el suspense hasta el último minuto. A diferencia de otras ediciones en las que una película arrasaba sin piedad, esta vez el panorama es mucho más incierto, con varios favoritos que han ido cayendo y resurgiendo en las apuestas.

Aitana protagoniza su documental sobre el desamor, la hipocondría y la depresión y lo hace en primera persona. Hay artistas que cantan, artistas que componen y artistas que se convierten en relatos vivos. Aitana Ocaña es, sin duda, de las últimas. Lo suyo no es solo llenar estadios ni copar listas de éxitos; lo suyo es narrar la vida con la honestidad de quien no teme exponerse. Y aunque durante años construyó un muro entre su intimidad y el ojo público, su nuevo documental en Netflix, Metamorfosis, lo dinamita sin miramientos.