Corresponsal en Bruselas

La perspectiva de un acuerdo entre Estados Unidos y la UE se diluye a medida que pasan los días. Lo que a principios de mes era optimismo por parte de Bruselas ante la posibilidad de llegar a un punto de encuentro, ahora se torna en un escenario más complejo. Y a poco más de una semana de que termine la tregua arancelaria ampliada entre la Casa Blanca y el bloque comunitario, la Comisión Europea empieza a delinear un escenario en el que no haya acuerdo. Bruselas sube el tono y se prepara para represalias en un contexto en el que la administración Trump plantea aranceles superiores a ese 10% que quiere la Comisión Europea.

La Comisión Europea desveló esta semana el nuevo presupuesto de la UE para el periodo de 2028 a 2034. La que tiene todos los visos de convertirse en una de las negociaciones más difíciles de la legislatura no ha tardado en generar reacciones, empezando por el rechazo de los agricultores. Pero más allá de los propios sectores afectados, se prevén tiranteces en la negociación de unas cuentas que incrementan la partida de recursos. Las capitales más frugales, como Berlín y La Haya, ya han manifestado su rechazo a incrementar la dotación y recursos de las arcas comunitarias.

Bruselas y Washington prosiguen su intensa negociación a escasas dos semanas de que termine el plazo de prórroga concedido por el líder estadounidense Donald Trump. El arranque de agosto marca el plazo límite para la aplicación de aranceles a ambos lados del Atlántico a falta de un acuerdo. Y la escalada del republicano al 30% del pasado fin de semana no suaviza la conversación. De hacerse realidad la promesa de la Casa Blanca, el PIB de la eurozona podría sufrir un recorte de hasta el 1,2% el año que viene. Los sectores más expuestos e impactados por tales medidas serían el farmacéutico y el automovilístico.

La Comisión Europea aprende de las lecciones extraídas de circunstancias extremas, como ha sido la pandemia del Covid o la invasión militar rusa de Ucrania, y lo refleja en su estructura para el próximo presupuesto comunitario. Bruselas plantea crear un mecanismo de crisis por el cual la UE podría ejecutar una emisión de deuda conjunta de hasta 395.000 millones de euros para hacer frente a circunstancias extremas.

Hace tiempo que Bruselas viene mostrando su disconformidad por la manera en la que el Gobierno ha procedido en la OPA de BBVA a Sabadell. La Comisión Europea ha anunciado este jueves que abre un procedimiento de infracción contra España porque las normas que ha aplicado en la operación no se ajustan al derecho comunitario. Una decisión que podría acabar en sanciones económicas y ante la Justicia europea. Pero no solo esto, abre la puerta a una batalla judicial entre las entidades bancarias y el Ejecutivo de Sánchez.

Bruselas ajusta sus cuentas para los próximos años en un intento por dar cabida a una mayor inversión en defensa al tiempo que mantiene el equilibrio con los fondos agrícolas y de Cohesión. El sector del campo ya ha empezado a revolucionarse ante la perspectiva de un cambio en la estructura y dotación de su partida presupuestaria. La propuesta de la Comisión Europea plantea incluir un nuevo impuesto a las empresas que superen los 100 millones de facturación con el que pretende recaudar 6.800 millones de euros entre 2028 y 2034.

La UE está a punto de sumergirse en una de las negociaciones más duras de la legislatura, la del próximo presupuesto comunitario de 2028 a 2034. Una conversación cuyo punto de salida abarca cambios tanto en su dinámica como composición para hacer un hueco a la nueva partida para Defensa. Lo polémico de la propuesta llega, no obstante, por la parte de agricultura. La Comisión Europea pretende reducir a un fondo único la Política Agrícola Común (PAC), una decisión que no acaba de seducir al sector.

Las crecientes tensiones comerciales con la administración estadounidense han protagonizado una nueva reunión extraordinaria de los ministros de Comercio de la UE. Tras el anuncio del líder republicano, Donald Trump, de imponer aranceles del 30% a la UE a partir de agosto, el bloque comunitario prepara su estrategia. La intención es continuar negociando para llegar a un acuerdo con la Casa Blanca, pero Bruselas considera el anuncio "inaceptable", asegura que todos los "instrumentos están sobre la mesa" y ultima el segundo paquete de aranceles contra Washington por valor de 72.000 millones.

La carta de Donald Trump con su propuesta arancelaria del 30% para la UE a partir de agosto no ha tenido la mejor de las acogidas en Bruselas. Los ministros de Comercio de la UE se reúnen este lunes para evaluar la situación con la confianza puesta en las negociaciones. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, considera que es posible llegar a un acuerdo, aunque también considera que el bloque comunitario debe estar listo para aplicar contramedidas.

Las tensiones comerciales entre la UE y Estados Unidos se disiparán pronto, o al menos eso es lo que espera Bruselas. Tras la extensión de la tregua comercial anunciada por el líder estadounidense, Donald Trump, hasta el 1 de agosto, los Ejecutivos a ambos lados del Atlántico intensifican las conversaciones para llegar a un acuerdo antes de tal fecha. La Comisión Europea continúa "preparada para llegar a un acuerdo", después de que el republicano amenazara con enviar a sus socios cartas con aranceles. Todo en un escenario en el que el próximo lunes vence la suspensión de la primera ronda de contramedidas aduaneras anunciadas por la UE.