Los impuestos, como consideraba el juez del Tribunal Supremo estadounidense, Oliver Wendell Holmes, “son el precio que hemos de pagar por una sociedad civilizada”, y ese precio está subiendo, por los ingentes gastos derivados de la lucha contra el Covid-19, como compras de material sanitario, prestaciones de desempleo por despidos y ERTE, inyecciones de liquidez a empresas, y gastos sociales, poniendo a prueba no solo la salud de la ciudadanía, sino la propia economía.

Inspector de Hacienda del Estado