Vivimos tiempos complejos en los que empresas y trabajadores nos jugamos mucho. A las disrupciones que enfrentaba nuestro mercado de trabajo centradas en la digitalización, transición energética y envejecimiento de la población, se ha unido la crisis energética y de precios y el proceso de glocalización que vivimos tras la invasión de Ucrania y la pandemia. Todo ello afecta al empleo, principal variable determinante de nuestro nivel de condiciones de vida, y en consecuencia a nuestra capacidad de desarrollo económico y social. Un contexto complejo que requiere de transparencia, confianza, y ambición.

Socio Responsable de EY Insights y exsecretario de Estado de Empleo