Opinión
El Banco de España acaba de revisar a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía española en tres décimas, hasta un 2.4 %. Y rebaja también una décima, hasta un 1.8 %, para el próximo año. Su escenario base es de moderación del crecimiento, aunque sujeto a elevadas incertidumbres en el escenario global. Es cierto que la incertidumbre internacional en estos momentos es elevada: desde una perspectiva geopolítica, a nivel comercial y también por las divergencias en la gestión de la política monetaria entre las principales economías. Son distintas amenazas que lógicamente motivan un comportamiento más moderado en el futuro de la demanda externa. Pero los datos de la demanda interna siguen siendo sólidos.