Directora general de Facebook para España y Portugal

Nadie pudo predecir lo que ocurriría en 2020. Con la llegada de la Covid-19 los eventos se cancelaron, los viajes resultaron prácticamente imposibles y socializar se convirtió en una actividad virtual. Estos cambios pasaron a formar parte de nuestras vidas, y la forma de trabajar no fue una excepción.

No hay duda de que han sido tiempos excepcionalmente difíciles para las pequeñas empresas. Meses y meses de calles desiertas, tiendas cerradas, empleados despedidos y balances negativos.

Irene Cano

Si algo hemos aprendido durante los últimos años, es que hacer predicciones resulta cada vez más difícil. Ante la pregunta de qué nos depara el 2019, sin duda la mejor respuesta sería que podemos esperar lo inesperado. En estos momentos lo único que se mueve más rápido que la tecnología son las expectativas del consumidor. Desde el instante en que una tecnología determinada -como la voz- es incorporada a un dispositivo, ya esperamos que esté en todas partes. La velocidad a la que se adoptan las nuevas tecnologías, particularmente en Europa, implica una transformación continua de industrias y modelos de negocio.

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