Roma, ciudad de símbolos eternos, ha presenciado este sábado una de esas escenas que parecen destinadas a marcar época. León XIV, el primer Papa estadounidense, se dirigió por primera vez al Colegio Cardenalicio como Pontífice en pleno ejercicio. Y lo hizo con un mensaje que sorprendió por su claridad, profundidad y sentido histórico: la razón detrás del nombre que eligió como Sucesor de Pedro.