Ante las elecciones
Cuando en agosto del año pasado, Cristóbal Montoro llegó orgulloso con los presupuestos de 2016 para dejarlos aprobados antes de las elecciones del 20-D, fue acusado de electoralista. Tras una primera mitad de legislatura repleta de subidas de impuestos, había decidido bajar dos veces en un año el IRPF y mantenerlo también en 2016.