Economía

El BCE, el petróleo y la política fiscal supusieron un tercio del avance del PIB de 2015

  • Sin los factores exógenos, España habría crecido 1,1 puntos menos

La economía española creció un 3,2% en el año 2015, recuperando por primera vez el tono previo a la crisis, al registrar su mayor avance desde el año 2007. La buena marcha del consumo familiar por la mejoría del empleo, tras años de depresión, la subida de la inversión y el aumento del gasto público llevaron al Producto Interior Bruto (PIB) español hasta estos niveles.

Pero, como se dice en aviación, la economía española contó también con viento de cola, que le ayudó a crecer con fuerza. El Banco de España cuantifica en su informe anual este viento de cola en 1,1 puntos, es decir, más de una tercera parte de lo que aumentó el PIB se debió a los llamados "factores exógenos". De no haberse dado, España habría crecido poco más de un 2% en el ejercicio pasado.

Según el supervisor financiero, hubo cuatro factores exógenos que determinaron la marcha del PIB el pasado ejercicio: tres lo hicieron favorablemente y uno, la demanda mundial, provocó un menor crecimiento.

El BCE hizo crecer un 6 décimas el PIB

Las nuevas medidas de política monetaria del Banco Central Europeo, con nuevos estímulos, generó un empuje de seis décimas en la economía española. A esto habría que unir la orientación expansiva de la política fiscal, que habría aportado alrededor de 0,5 puntos al crecimiento económico. Además, la rebaja del precio del crudo tuvo un impacto positivo de 0,6 puntos en la economía. Es decir, estos tres factores sumaron 1,7 puntos al PIB de 2015, es decir, "generaron" la mitad del crecimiento.

Según explica el Banco de España, "las medidas monetarias mejoraron las condiciones financieras y crediticias y contribuyeron a depreciar el euro y a expandir la actividad de nuestros socios comerciales de la zona del euro, afectando por tanto al gasto nominal". Por su parte, "el conjunto de medidas discrecionales de política fiscal se ha aproximado por la variación en la ratio de saldo público primario sobre PIB ajustada por el efecto del ciclo económico".

Finalmente, la rebaja del crudo y de otras materias primas "no sólo ha reducido los costes de producción, sino también ha mejorado la renta disponible de los hogares, que impulsa el consumo y, consecuentemente, el empleo y la inversión".

Pero no todos los factores exógenos jugaron a favor de la economía española ya que la ralentización de la demanda mundial ha jugado en su contra. En concreto, el BdE estima que ha restado 6 décimas al PIB español debido a la menor "actividad por la caída de la demanda de las exportaciones de bienes y servicios españoles".

Más PIB, menos inflación

Así, según la institución, "el efecto neto del conjunto de factores considerado sobre el crecimiento económico del pasado ejercicio habría sido, por tanto, considerable, al haber alcanzado una magnitud estimada de 1,1 puntos".

Además, estos factores no sólo afectaron al PIB sino también a la inflación a lo largo del pasado ejercicio. "La menor inflación en 2015, con respecto a la proyectada, tuvo como principal determinante la caída en el precio del petróleo, que solo pudo ser compensada parcialmente a través de los nuevos estímulos monetarios, de modo que el efecto negativo, en términos netos, sobre la inflación habría sido de 1,6 puntos".

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