Socio Fundador de Adler Abogados
Opinión

A escasos días de que el sector afronte la etapa del año en que se juega buena parte de sus ingresos anuales, la sombra de la incertidumbre sigue oteando en el horizonte. La evolución de la crisis sanitaria en España y, sobre todo, en otros países europeos, claramente marcada por el impacto de la variante Delta, es peor de lo que todos desearíamos. No obstante, hay razones para ser optimistas. La hostelería, uno de los sectores más castigados por el Covid-19, alcanza ya el 80% de su actividad pre-pandemia en todas las comunidades autónomas y, según datos de la consultora Kantar, en algunas de ellas, con Madrid a la cabeza, se sitúa ya en los niveles de 2019.

Según las noticias publicadas por numerosos medios de comunicación, el 2021 está siendo (y nada parece que la tendencia vaya a cambiar) un año marcado por la adopción de extinciones de contratos de trabajo por causas empresariales, sin que se pueda afirmar sin ningún género de dudas que la mala situación se haya producido antes del inicio de la crisis sanitaria o ésta ha sido el principio el fin.

Según las últimas noticas, las plataformas tecnológicas de reparto que operan en España adeudan a la Seguridad Social la cantidad (nada desdeñable) de más de 25 millones de euros, en concepto de cuotas. En concreto, Glovo adeudaba más de 16 millones de euros siendo la que más respecto al resto (Deliveroo, Amazon y Uber).

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