La semana pasada hubo una fecha marcada en rojo, y esa era la de la reunión de la Reserva Federal (Fed). El desenlace de la misma fue duro. No hubo subida de tipos de interés, que se mantienen entre el 0 y el 0,25%. Sin embargo, se insinuaron dos subidas de tipos de interés antes de que termine el año, es decir, posiblemente una en septiembre y la otra en diciembre, ya que la Fed esperará a que la economía norteamericana dé muestras de fortaleza, algo que hasta ahora no está haciendo, solo impulsada por discretos datos en el empleo. La institución presidida por Janet Yellen dio un hachazo a las perspectivas de crecimiento del PIB para este año. Si después de la reunión de marzo esperaba un crecimiento de entre el 2,3 y el 2,6%, tras la rueda de prensa de Yellen las nuevas perspectivas de crecimiento para la economía norteamericana se reducían hasta una horquilla entre el 1,8 y el 2%, lo que significa que la institución espera un crecimiento menor de la economía este año.