Responsable técnico del Sector Energía y Medio Ambiente en CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía)

La transición energética hacia un modelo descarbonizado, digitalizado, descentralizado y basado en fuentes renovables plantea desafíos técnicos de gran envergadura entre los que se encuentra maximizar la generación de electricidad generada mediante tecnologías renovables de carácter intermitente, como la solar fotovoltaica y la eólica. En un contexto de creciente penetración de energías renovables, descentralización de la generación y electrificación de la demanda, el almacenamiento de energía se está consolidando como tecnología fundamental para garantizar la estabilidad, flexibilidad y calidad del sistema eléctrico.

La descarbonización de la demanda de energía térmica (calor) de los procesos industriales es esencial. Si no se lleva a cabo una labor profunda en este ámbito, va a resultar muy complejo cumplir con los objetivos climáticos establecidos, ya que la demanda de calor en los procesos productivos representa aproximadamente dos terceras partes del consumo global de energía en la industria, además de ser responsable de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

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