La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, subió el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) con efecto retroactivo desde el 1 de enero de este mismo año hasta prácticamente 1.500 euros (impuestos incluidos que paga el empleador). Sorprende que a los interlocutores empresariales sólo les diera 24 horas de margen de análisis y además sin posibilidad de ofrecer alternativas. Se trata de una medida bienintencionada, pero completamente inoportuna y que por desgracia generará efectos negativos sobre la demanda de empleo, especialmente en los colectivos más débiles.

Presidente de UNO Logística. @FArandaManzano