El sector de la movilidad tiene un reto: alcanzar la descarbonización. Conseguir que la sociedad se mueva con cero emisiones en un entorno digitalizado y seguro implica grandes esfuerzos y un gran compromiso por parte de todos los países del mundo, pero también necesita el firme compromiso inversor de todos los actores implicados, tanto públicos como privados. Este modelo de sostenibilidad solamente se puede construir si todos estos agentes políticos, económicos y sociales hacen ese esfuerzo y tienen implicación, como ya hacen en otros países de la Unión Europea. Así, la colaboración público-privada será la vía para alcanzar este horizonte tan cercano.