Más allá de su fama como destino turístico de sol y playa, Punta Cana es desde hace tiempo un polo de inversión inmobiliaria de alto nivel estratégico. Gracias a un sistema fiscal favorable para el inversor extranjero, con importantes incentivos como la exención de impuestos sobre la propiedad y la transferencia de títulos, República Dominicana ha logrado posicionarse como un entorno seguro, rentable y legalmente atractivo.