Redactora de mercados, con el foco puesto en las finanzas personales y en los fondos de inversión.

De septiembre del año pasado hasta septiembre de este año, la bolsa europea perdió, por poner un ejemplo, un 19%. Y quien acudió a los bonos en busca de refugio se encontró con una caída de otro 20%, que es lo que bajó el precio de una cesta de bonos mundiales en el mismo periodo, según los índices de Bloomberg y Barclays. En este complicado mercado, uno de los más difíciles de gestionar de las últimas décadas, marcado por la invasión de Rusia a Ucrania y el regreso de la inflación, ninguno de los 20 mayores planes de empresa logró esquivar las pérdidas en el plazo de un año, según los últimos datos disponibles de Inverco, a cierre de septiembre. Hay que tener en cuenta que cada producto aplica una estrategia diferente, supervisada por el comité de control del plan de pensiones de cada empresa.

El fondo de bolsa española gestionado por Rodrigo Utrera está consiguiendo situarse este año como uno de los mejores productos activos de la clasificación de elEconomista.es.

Este tipo de bonos ofrece una rentabilidad superior a la renta fija clásica. Pero también es más volátil, y conlleva mayor riesgo. La inversión mínima en estas emisiones suele ser elevada, a partir de 100.000 euros, lo que dificulta hacer una cartera diversificada con este tipo de deuda. Por eso los fondos se convierten en una alternativa.

El patrimonio de los españoles en el segundo y tercer pilar del sistema de pensiones (es decir, en planes de empleo y planes de pensiones del sistema individual) se ha reducido en unos 4.000 millones en los dos años en los que el Gobierno ha quitado atractivo a los individuales, con el pretexto de impulsar a los de empleo, al recortar en dos ocasiones el límite deducible con las aportaciones a los planes de pensiones del sistema individual.

Con poco que la bolsa recupere algo de terreno en las 27 sesiones que quedan hasta terminar el año, y ya no digamos si asistimos a un inesperado rally de Navidad, se puede producir una situación atípica como es que el inversor conservador, expuesto a la renta fija, pierda más que uno agresivo, con prácticamente todo en bolsa. Los primeros, que por definición buscan preservar el capital, asumen pérdidas medias del 8% este año, que es lo retroceden los fondos mixtos más conservadores, según datos de Morningstar. En cambio, los segundos pierden solo 3 puntos más, un 11,3%.

Sopla el viento a favor de la gestión activa. Esta es una de las conclusiones extraídas del Observatorio titulado Ciclo sobre las oportunidades de inversión, celebrado por elEconomista.es con la colaboración de Bestinver y Acciona. "Cuando las condiciones económicas se normalizan, el ser stock picker, es decir, elegir compañías que lo van a hacer bien en los próximos años, es más fácil. En una década de casi deflación, y con los tipos de interés bajando, era más difícil. Creo que entra una época para la gestión activa muy interesante", indica Tomás Pintó, director de renta variable internacional de Bestinver.

Los planes de pensiones del sistema individual, aquellos sobre los que el Gobierno ha restado atractivo al limitar el importe deducible con las aportaciones en el IRPF, consiguen en conjunto mayores rentabilidades que los fondos a largo plazo. Aunque si se compara por categorías, las mayores diferencias a favor de los primeros se encuentran en aquellos que buscan oportunidades en la renta variable.

La expectativa de rentabilidad de este activo ha crecido hasta el 5,5%, desde el 2,3% de inicio de año. Los expertos encuentran oportunidades en los bonos corporativos y existen fondos al alcance del particular que ofrecen rentabilidades por encima de la media de su categoría a largo plazo.

La renta fija vuelve a tener atractivo, y las gestoras lo están aprovechando. Coincidiendo con la recta final de año, que históricamente es el periodo en el que se concentran las mayores aportaciones a los planes de pensiones por eso de abaratar la factura fiscal -aunque ahora el límite de aportaciones deducible es de solo 1.500 euros-, ING y Kutxabank estrenaron ayer dos planes de pensiones de rentabilidad objetivo, que invierten en renta fija.