Tras más de un año de encadenar operaciones corporativas, la sacudida a la cúpula de CriteriaCaixa y la revisión del plan estratégico fueron los protagonistas de las últimas semanas en el holding español. El brazo inversor de la Fundació La Caixa canceló su entrada en Celsa y Europastry tras la salida de Ángel Simón, pero este cambio en las líneas maestras del grupo no afectó a la opinión de las agencias de rating. A finales de junio, tanto Moody’s como S&P –las dos firmas que siguen al grupo- emitieron sus informes y en los dos casos mantuvieron su calificación.

La gestión de la deuda es una de las prioridades de Cirsa. Con la mayoría de los recursos que se captarán en la salida a bolsa reservados para rebajar el pasivo, lejos quedan los registros de hace un lustro, en pleno coronavirus, cuando el cierre de bares y casinos disparó el endeudamiento a más de 18 veces el ebitda. La firma del sector del juego ha elevado desde entonces la deuda global, pero la recuperación del negocio ha provocado que la métrica caiga hasta las 3,3 veces. El objetivo a medio plazo: operar alrededor de las 2,5 veces, un baremo que le permitirá afrontar nuevas operaciones corporativas.

Cirsa avanza con su salida a bolsa. La compañía del sector del juego debutará en el parqué el próximo 9 de julio después de cerrar este lunes la colocación de sus títulos a un precio de 15 euros. Blackstone, el propietario de la organización, ha colocado el 18% del capital, que se podría incrementar hasta el 20,7% si se ejerce en su totalidad la sobreasignación prevista.

Palex mantiene en 2025 la voracidad de adquisiciones con la que cerró en 2024. Aunque las compras apenas le reportaron un incremento de 25 millones en ventas y provocaron un incremento de la deuda, que ronda los 900 millones, la compañía sí mejoró sus cifras el año pasado con un ebitda de 145,6 millones y una facturación que ascendió desde los 914 millones de euros a los 939 millones. En esta línea, cerró a comienzos de junio la compra de la portuguesa A Salgado Distribuçao para proseguir con su estrategia de crecimiento inorgánico.

Con el visto bueno de la Dirección de Competencia de la Comisión Europea desde hacía ya dos semanas, Saba e Interparking aguardaban ahora a que las autoridades nacionales les otorgasen también su beneplácito a la fusión. El organismo continental señaló potenciales conflictos de concentración en Italia, por lo que ambas compañías asumían que deberían acometer desinversiones en el país, pero el regulador transalpino finalmente se ha convencido por sus argumentos y ha aceptado aprobar la fusión sin condiciones.

Engel Energy, antigua Engel Solar, trabaja en un plan de reestructuración de la deuda con elevadas quitas que ha puesto en alerta al pool de acreedores, según afirman distintas fuentes financieras a elEconomista.es. El importe del pasivo total es de 25,2 millones de euros y entre las entidades que han financiado a la energética catalana se encuentran Bankinter, CaixaBank, Cajamar, Triodos Bank, el Institut Català de Finances (ICF), Caixa Enginyers y Deutsche Bank.

La entrada de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), la institución del Gobierno conocida como la SEPI digital, en Wallbox será con una posición de peso. El organismo público lideró una ampliación de capital de 15 millones de dólares (13,1 millones de euros, al cambio del momento), lo que le valdrá contar con el 11% de la firma de cargadores eléctricos, que atraviesa tensiones financieras desde hace más de un año.

El engordamiento del caramelo prometido a los accionistas en los próximos 12 meses tras acordar la venta de TSB desató un sentimiento de euforia entre los inversores, aumentando el valor en bolsa de la entidad vallesana y, por tanto, encareciendo la opa lanzada por BBVA. “Es un hecho, Banco Sabadell vale más hoy que ayer. Si los accionistas del Sabadell pudiesen acudir hoy al canje y vendieran las acciones, perderían un 10% y tendrían que pagar un montón de impuestos”, aseveró este miércoles el consejero delegado, César González-Bueno.

En concurso de acreedores desde el pasado mes de febrero, la cadena deportiva Intersport ya ha hecho llegar su propuesta de convenio a los acreedores. La compañía, que suma 128 tiendas –en régimen de franquicia- en España con la marca y actúa como central de compras, presentó hace varios días su proposición a banca y proveedores para mantener su actividad a pesar de las dificultades financieras que arrastra en los últimos años.

Comienza a ser tradición en España: antes de afrontar una salida a bolsa, el accionista de la compañía a debutar dispara su último dividendo previo a cotizar. Lo hicieron los Puig con la perfumista, lo hicieron los Gallés con Europastry y lo ha hecho Blackstone con Cirsa. El fondo estadounidense se repartió 230 millones de euros con cargo a prima de emisión, un payout del 161% de su beneficio neto ajustado. En este caso, eso sí, el dinero sirvió para financiar una reducción de deuda a través de una inyección de capital.