La bolsa de Barcelona se volvió a vestir de gala por segunda vez en poco más de un año para albergar un toque de campana. Si en la primavera de 2024 fue Puig, este miércoles fue Cirsa que, de la mano de su presidente, Joaquim Agut, arrancó su andadura en bolsa tras muchos años con el objetivo en mente. Interrumpida a veces por la falta de valoraciones que encajasen con sus demandas y otras por la volatilidad de los mercados, la firma del sector del juego debuta en el parqué. Y lo hizo con un precio a la baja en busca de un recorrido de la acción que, durante la primera sesión, fue a la baja.