"La mayoría de las revoluciones son explosiones -escribió D. H. Lawrence- y la mayoría de las explosiones estalla con más fuerza de la prevista". Dos de los sistemas principales que sostienen la economía mundial, el dinero y la energía, están experimentando cambios tan importantes que podrían considerarse revoluciones. La posibilidad de que se produzcan estallidos repentinos e imprevistos está en la mente de todo el mundo. Consulte más tribunas sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.