Ha pasado más de una década desde que la Copa de América de vela celebró su última edición en Valencia en 2010 y aún se sigue buscando la fórmula para hacer rentable la mayor parte del espacio que se creó para albergar la prueba deportiva. Después de continuos tiras y afloja y casi una década de gestión pública, finalmente se ha optado porque sea un operador privado quien asuma las actividades náuticas y de parte de los restaurantes de La Marina de Valencia a través de una concesión por 35 años.