Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

La OPEP está estudiando volver a retrasar el final de los recortes de producción de petróleo ante la fragilidad del mercado. La idea era que este mes de abril se añadieran ya unos modestos 120.000 barriles diarios extra, que marcarían solo el principio de una producción cada vez mayor que llevaría al grupo a bombear 2,2 millones de barriles diarios más para 2026. De momento no se sabe exactamente cuánto retrasarían el inicio de esta desescalada pero, según Bloomberg, los delegados del grupo ya están debatiendo fechas para poner en suspenso este plan nuevamente. Este sería un nuevo parche a un dique del petróleo (los recortes simbolizan ese dique en el que el petróleo ocioso se acumula mientras que los países con margen para producir más se impacientan) que parece condenado a romperse antes o después. ¿Qué pasará en los mercados?

La posibilidad de que se logre una paz en Ucrania es más real que nunca. El presidente de EEUU ha anunciado que ha logrado que Putin inicie negociaciones. El republicano dejó claros dos puntos que puedan cambiarlo todo. Lo primero, que considera "práctico" que Ucrania no se una a la OTAN y, lo segundo, que ve "improbable" que se recupere todo el territorio perdido en el conflicto. Estos dos puntos han provocado que muchos crean que la paz es ahora más posible que nunca, dado que estos asuntos eran los que generaban un mayor desacuerdo.

Una crisis está sacudiendo el mundo y Europa pero en España está pasando bajo el radar. La mantequilla está envuelta en una auténtica espiral de precios ascendentes, con alzas imparables en el mercado internacional. Su mercado se ha roto ante un gran cambio de paradigma que ha venido emergiendo desde 2021 pero que ha explotado este 2024. Esto ha provocado que este producto básico para las familias y múltiples negocios, en particular la repostería, noten el impacto de una materia prima en ascenso. Según datos de Eurostat, la media de la eurozona ha experimentado unas alzas del 20% en un solo año, mientras que en países como Alemania el valor de este producto se ha disparado casi un 40%.

Japón y EEUU, en medio de las tensiones comerciales provocadas por los aranceles de Donald Trump, podrían ser los protagonistas de una de las obras de infraestructura más ambiciosas de la historia y que cambiaría el mercado energético mundial. Ambas partes hablan abiertamente de construir un enorme gasoducto que cruce el océano y lleve gas desde Alaska hasta los puertos del país del Sol Naciente. Un proyecto que ya estaría valorado en 44.000 millones de dólares y que se extendería por 1.287 kilómetros.

Hay numerosos y variados argumentos que se están sumando para explicar la tendencia bajista del petróleo. La baja demanda, los aranceles, la gran producción de EEUU, una OPEP inyectando más crudo al mercado… sin embargo, hay un factor que pocos están teniendo en cuenta y que podría terminar siendo el factor diferencial de cara a los próximos tres años: una Arabia Saudí llenando el desierto de paneles solares y liberando así una enorme producción petrolera que ahora mismo está atada, abasteciendo toda la electricidad del Reino.

Bélgica al fin tiene un nuevo gobierno y, su ascenso al poder marca un giro de 180 grados en el que fuera uno de los grandes bastiones 'anti nucleares' del Viejo Continente. En un acuerdo que ha implicado negociaciones entre los cinco principales partidos políticos del país, el nuevo primer ministro, Bart De Wever, ha confirmado un pacto con el que revivir la economía del país con una reforma del mercado laboral, de las pensiones, un plan de producción industrial, reducciones de impuestos… pero también con una reforma del modelo energético basado en una verdadera resurrección de la energía nuclear.

La Reserva Federal y la Casa Blanca parecen condenados a un enfrentamiento por todo lo alto. La Fed teme las políticas inflacionarias de Trump, como sus aranceles, y se dispone a mantener los tipos altos y a reducir balance para proteger la estabilidad de precios. Por su parte, desde el Despacho Oval, piden abiertamente bajadas en el precio del dinero para apoyar el crecimiento económico. "Exigiré que los tipos bajen inmediatamente" dijo el republicano en Davos. Este desencuentro ya sucedió en la primera etapa y llevó a Trump a calificar al presidente, Jerome Powell, como el "mayor enemigo" de los EEUU. Sin embargo, su secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha señalado ahora que tiene un plan para bajar los tipos de interés evitando por completo al banco central: usar las emisiones del mercado de bonos para presionar a la baja las rentabilidades de los títulos de deuda. Si lo logra, tendrá un efecto similar a una bajada de tipos de la Fed, sin que el banco central haya tenido que intervenir.

Viaje de ida y vuelta en unos pocos días. La cotización del petróleo Brent ha pasado de alcanzar los 82 dólares a mediados de enero a caer a la zona de los 74 dólares esta misma semana, tocando mínimos de todo 2025. Todo ello pese a que la demanda ha despertado con una fuerza inusitada (el invierno está siendo muy frío en EEUU y Canadá) y las sanciones sobre Rusia no paran de endurecerse. Un invierno muy frío en algunas de las economías más grandes del mundo y la recuperación del consumo de crudo en otras partes ha llevado a que la demanda agregada de petróleo supere en varios cientos de miles, lo que se había pronosticado hace tan solo unos meses. Lo cierto es que los inversores están anticipando algo diferente o, al menos, no otorgan una larga duración a este boom de la demanda. El mercado parece descontar que la vuelta del petróleo de la OPEP (la vuelta de los recortes), la mayor producción en EEUU (con las políticas de Trump), la llegada a la fiesta del crudo de Argentina y los aranceles (con su impacto en la economía) dejarán un mercado inundado de petróleo que 'aplastará' el crecimiento de la demanda. Algunos expertos ven el crudo en 60-65 dólares en tan solo dos meses.

EEUU ha ganado un asalto clave en uno de los escenarios más importantes para el comercio mundial: Panamá. El pequeño país ha roto el pacto con China después de la visita del secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio. De este modo, el estado centroamericano no renovará el acuerdo de "la iniciativa de la Ruta de la Seda". A pesar de que no se conocen exactamente los motivos que han llevado a este cambio, Panamá llevaba semanas siendo presionado por EEUU, que abría la puerta a aranceles, sanciones o incluso una intervención armada para tomar el control del canal, cuyo control representa del 6,8% del PIB de la nación latinoamericana. El propio Rubio ha reconocido que en la reunión "exigió cambios" respecto a su relación con China y que, de no cumplirlos, "EEUU tomará las medidas necesarias".