Alejandro Serrano es redactor en elEconomista.es en el turno de fin de semana. Llegó al medio en 2014 y cubrió el deporte durante bastantes años. Desde 2021 aborda una variedad de temas entre los que destacan el seguimiento de las grandes fortunas.

Mark Zuckerberg lleva montado en una montaña rusa desde 2021. El magnate y cofundador de Facebook tocó el cielo en septiembre de ese año, llegando a amasar la friolera de 142.000 millones de dólares. Eran otros tiempos: su firma se codeaba con las más grandes, superando el billón de dólares de capitalización bursátil. Sin embargo, sus 13 meses posteriores significaron un antes y un después en el estadounidense: se dejó por el camino 100.000 millones en una de las caídas más bestias que se recuerdan en el mundo empresarial.

Hace una semana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba una inversión de 2.400 millones para la ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas, con la idea de convertirlo en el mayor 'hub' aeropuertuario del sur de Europa. "La mayor inversión en infraestructuras aeroportuarias de esta década", aseguró, el que será un plan que se traducirá "en un fuerte crecimiento de capacidad y de rutas, en la creación de miles de empleos directos e indirectos, y en la generación de riqueza".

Suiza puede presumir de contar con diez personas entre las 500 más ricas del mundo. Y todo, o casi todo, es gracias a la Sanidad, el sector al que se dedican la mayoría de estos multimillonarios. Uno de ellos es Hansjorg Wyss, elegido por los conservadores de Estados Unidos como el nuevo George Soros.

Gran parte del éxito de Girona se debe a la labor que desempeña su Santísima Trinidad: la formada por el presidente, Delfí Geli; su director deportivo, Quique Cárcel; y entrenador, Míchel. Aunque una pequeña parte porción de ese pastel pertenece a un desconocido para el gran público, el que pone el dinero, el boliviano Marcelo Claure, exdirector ejecutivo de Softbank Group, presidente de Club Bolívar, y fundador de Brightstar Corporation.

Después de un 2022 lleno de éxitos, en los que llegó a ganar más de 40.000 millones de dólares, el empresario indio Gautam Adani se topó al año siguiente con su kriptonita, la firma Hindenburg Research, que llegó a acusarle en su informe de "manipulación de mercado descarada, fraude contable y estafa más grande en la historia corporativa". Esto, al igual que le ocurrió a Carl Icahn, provocó una bajada considerable en su patrimonio, con pérdidas de hasta 120.000 millones de dólares en 2023, además de caer del segundo puesto al 23 de las grandes fortunas.

Este pasado jueves terminó la primera vuelta de LaLiga con dos equipos empatados a 48 puntos: Real Madrid y Girona. Siete y diez puntos por encima de sus máximos perseguidores en la actualidad, como son el FC Barcelona y el Atlético de Madrid y Athletic, respectivamente. Con todo esto, su probabilidad de participar en la próxima edición de la Champions es cada vez mayor, con lo que daría un impulso no solo al club, sino a toda la ciudad.

La multipropiedad en el fútbol ha venido para quedarse. Cada vez son más los empresarios que se interesan por invertir buena parte de sus fortunas en clubes de fútbol de clase media e, incluso, de las más bajas. Y un país que, sorprendentemente, está causando furor entre los inversores es Bélgica.

El Girona FC se ha convertido por mérito propio en el equipo de todas o casi todas las aficiones al fútbol. Su caso empieza a recordar al del Leicester, el club inglés que en 2016 rompió todas las barreras al proclamarse campeón de la Premier League. Y es que con 34 puntos sobre 39 posibles, la estadística está de lado del modesto cuadro catalán: ningún equipo ha terminado fuera del podio liguero a final de temporada, lo que le abriría las puertas de la próxima edición de la Champions League, la competición donde están presentes los mejores equipos europeos.

Cuando Nate Anderson, fundador de Hindenburg Research, pone el foco en un multimillonario, cuidado. Este comecocos es una firma de investigación de inversiones que se especializa en ventas en corto. Se fundó en 2017 para analizar los mercados de acciones, crédito y derivados y su misión es buscar "desastres provocados por el hombre", como irregularidades contables, mala gestión y transacciones no reveladas con partes relacionadas. Su objetivo declarado es el de descubrir los desastres corporativos antes de que "atraigan a más víctimas desprevenidas".