Inteligencia Artificial
Hubo un tiempo no muy lejano en el que parecía que Microsoft era el chico listo de las Big Tech ante el advenimiento de la IA generativa. Su inversión en OpenAI parecía darle casi control parental sobre la compañía de ChatGPT. Tanto, que en la revuelta-telenovela que acabó con Sam Altman fuera de la empresa que creó por unas horas, Microsoft se apresuró a anunciar que lo contrataba para que siguiera con sus planes ya en su propio seno.