Tecnología

Zuckerberg quiere fichar a los mayores cerebros de Inteligencia Artificial: Este es su plan

¿Puede el dinero comprar la dominancia tecnológica del futuro? Esa parece ser la apuesta de Mark Zuckerberg, que en las últimas semanas ha pasado de CEO a cazatalentos de élite, enviando mensajes personales a decenas de figuras clave en el mundo de la inteligencia artificial.

Consciente de que Meta ha perdido el tren de la innovación frente a OpenAI y Google, ha desatado una ofensiva sin precedentes, fichando cerebros, comprando empresas, e invirtiendo más de 14.000 millones de dólares en su nuevo comandante de la IA: Alexandr Wang.

El movimiento recuerda a los grandes fichajes casi del fútbol. Zuckerberg aspira a montar su propio equipo de estrellas ofreciendo contratos galácticos para atraer a los mejores y cambiar el juego. ¿Pero es suficiente el dinero para construir una visión dominante del futuro de la IA?

El fracaso de Llama 4: el revés que encendió la alarma

Meta lanzó su modelo Llama 4 con la esperanza de competir en el terreno de los modelos fundacionales. Pero su recepción fue fría, y el rendimiento se quedó por detrás de GPT-4o de OpenAI y Gemini 1.5 de Google. Dentro de la compañía, las señales eran claras: algo había que cambiar. Y rápido.

En un entorno dominado por aceleraciones constantes, Meta no podía quedarse atrás otro año. Los modelos que no capturan la atención de la comunidad investigadora o los integradores de producto son irrelevantes, por buenos que sean.

Este fracaso funcionó como catalizador para una estrategia más agresiva. Zuckerberg decidió reconfigurar su equipo de IA desde la raíz. Y no está delegando. Está escribiendo mensajes él mismo. Está cazando él mismo.

Los objetivos de la ofensiva: Thinking Machines, SSI y Perplexity

Las negociaciones no fructificaron, pero dejan claro el tipo de visión que busca Zuckerberg.

El CEO de Meta planteó sin tapujos comprar:

  • Thinking Machines, el nuevo laboratorio de Mira Murati, ex CTO de OpenAI.
  • Safe Superintelligence (SSI), liderado por Ilya Sutskever, uno de los padres fundadores del boom actual de la IA.
  • Perplexity, el buscador conversacional que quiere destronar a Google.

Estas tres empresas son, cada una a su manera, expresiones del nuevo pensamiento sobre IA: más segura, más útil y más centrada en producto. Las ofertas se detuvieron por razones de estrategia, valoración o, simplemente, falta de voluntad. Pero revelan la ambición de Meta: comprar o reconstruir el cerebro de la IA desde cero.

Lo más significativo es que estas startups, al rechazar las ofertas, lograron aún más capital. Perplexity está levantando 500 millones. SSI y Thinking Machines superan ya los 2.000 millones de financiación cada una. La guerra no solo es por talento, sino por narrativa: quién lidera la conversación sobre el futuro.

Alexandr Wang: la pieza más cara de todo el tablero

Zuckerberg finalmente logró un gran golpe: fichar a Alexandr Wang, el joven fundador de Scale AI. La operación, valorada en más de 14.000 millones de dólares, ha sido una de las contrataciones más costosas de la historia tecnológica.

Wang es el nuevo jefe supremo del esfuerzo de IA de Meta. Bajo su ala estarán dos veteranos de peso: Daniel Gross (cofundador de SSI) y Nat Friedman (ex CEO de GitHub). Ambos reportarán directamente a Wang, que ya ha empezado a formar el nuevo equipo en las oficinas de Menlo Park.

La elección de Wang no es casual. Su perfil técnico, orientado a datos y producto, y su historial de crecimiento meteórico en Scale, lo convierten en una figura híbrida entre ejecutor y visionario. En cierto modo, Zuckerberg está externalizando la dirección de su IA al talento más joven y ambicioso de Silicon Valley.

WhatsApps de un CEO: la estrategia directa de Zuckerberg

Según el Wall Street Journal, Zuckerberg está utilizando una táctica inusual: mensajes personales por WhatsApp y correo electrónico a los mejores talentos en IA del mundo. Ingenieros de infraestructuras, investigadores, científicos de datos, diseñadores de producto y fundadores de nuevas empresas han recibido mensajes directamente del CEO de Meta.

Algunos pensaban que era una broma. Otros respondieron después de varios días. Pero todos entendieron una cosa: Meta va en serio.

Zuckerberg no está construyendo un equipo cualquiera. Está intentando levantar un laboratorio de superinteligencia que compita con los mejores del mundo. Y para ello, está dispuesto a pagar cifras astronómicas: decenas, incluso cientos de millones de dólares como bonus de firma. Fichajes que romperían cualquier escala salarial previa en Silicon Valley.

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