Cerca de cumplir un mes desde que la guerra entre Rusia y Ucrania entrase en su etapa más cruda desde 2014, a raíz de la orden de invasión en territorio ucranio de Vladimir Putin, la contienda parece más que nunca que no dejará de ser un conflicto bélico fugaz y mantendrá tensiones durante años. Sin embargo, en los últimos días ha ido ganando terreno el papel de una China que hasta ahora se había mantenido a la espera de movimientos, pero que ya empieza a tejer sus hilos pudiendo acabar o declinar la batalla para uno u otro bando.
Neutralidad... hasta nuevo aviso. Esa era la postura de China desde que el 24 de febrero se iniciase el ataque de Rusia sobre Ucrania, y así lo mostraron los emisarios de Xi Jinping al abstenerse en la ONU en la votación para condenar la invasión de Putin sobre Volodímir Zelenski.
Reconociendo la integridad territorial de Ucrania, puesto que supone uno de los socios comerciales más importantes del país asiático, así como no se querían enturbiar los nexos con la Unión Europea y Estados Unidos, sobre Rusia China tampoco ha querido poner sobre el alambre unas relaciones siempre cercanas en intereses económicos y políticos.
Por qué el apoyo de China a Rusia sería clave para la guerra
Sin embargo, a la hora de poner todo sobre la balanza, parece que el lado ruso pesa más que el de la OTAN, algo que en los últimos días ha ido deslizando Washington avisando del peligro que podría suponer un aporte militar de Pekín a Moscú. Por ello, la reunión en Roma entre diplomáticos americanos y asiáticos de cara a sondear un apoyo militar de China a Putin.
Algo que sería crucial para el devenir de la guerra, sobre todo porque entraría directamente un nuevo actor muy peligroso en cuanto a relaciones para Occidente. En plena pujanza económica, Xi Jinping ha elevado los nervios de Joe Biden hasta el punto de advertir a este de que no debe reconocer la independencia de Taiwán, algo a lo que EE.UU. siempre se ha comprometido.
Por qué la neutralidad de China sería clave para detener la guerra
Pero ese apoyo chino a Rusia aún no se ha decantado, ambos países han negado que vaya a suceder, por lo que podría resultar también decisivo que la potencia oriental convenciese a Putin de no seguir con la guerra. Poniendo sobre la mesa sus estrechas relaciones, esa postura es que la que busca Ucrania y el bando de la OTAN, con el fin de que Xi Jinping resultase el gran apaciguador del conflicto.
Neutralidad... hasta nuevo aviso que haga reconsiderar la postura de China, siendo en los últimos días el actor externo más importante en el devenir de la guerra. Por los numerosos intereses económicos que Xi Jinping tiene en ambos bandos, además de cómo se posiciona de cara al futuro la política asiática, la moneda sigue en el aire pendiente de qué cara caerá y, por ende, que supondrá para el devenir de una guerra que hace tiempo que se esfumó la posibilidad de ser un conflicto sencillo y corto.