
En desarrollo de un plan dentro del Gobierno para implantar los peajes en autovías y otras carreteras secundarias, en las últimas horas se ha deslizado que la posibilidad que cobra más fuerza es la del pago mediante viñeta. Un sistema que ya se utiliza en Portugal y el centro de Europa que de entrar en vigor, acabaría con el carácter de gratuidad de la mayoría de carreteras españolas.
Pese a las críticas recibidas desde el sector de la automoción, la opinión popular, la oposición en el Congreso o desde fuentes cercanas al mismo Ejecutivo, el equipo que lidera Pedro Sánchez, con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Raquel Sánchez) al frente, sigue firme en la idea de implantar un sistema de pago en gran parte de la red vial de España.
Una idea que trataría de dar oxígeno a la deficitaria red de conservación de las carreteras, tiene unas pérdidas cercanas a los 8.000 millones de euros, y que además serviría de soporte para optar a los fondos de recuperación de la Comisión Europea. De esta forma, mientras se siguen estudiando todas las alternativas sobre el sistema de pago, qué conductores estarían exentos o quiénes pagarían más, una de las probabilidades que más fuerza cobra es la de implantar viñetas.
Así son las viñetas de Austria o Portugal
Es decir, una pegatina (similar a la de la ITV o el distintivo ambiental) que se coloca en el parabrisas indicando que se ha pagado por usar cierta carretera. Sin barreras de por medio, como tienen los peajes tradicionales, a lo largo de la vía hay determinados arcos con cámaras que verifican que el vehículo que pasa tiene la viñeta en vigor, pues de lo contrario se estaría cometiendo una ilegalidad y habría una fuerte multa por ello.
Este sistema es habitual en muchos países centroeuropeos como Suiza, Austria o República Checa, donde se impone una viñeta por días, meses o anual, según lo que elija cada persona, que permite el paso a los vehículos de menos de 3.500 kilogramos. Por su parte, en Portugal el sistema es más sofisticado y en vez de pagar una cuota fija, las cámaras detectan la distancia recorrida y pasan un importe a la matrícula según estos kilómetros.
La idea del Ejecutivo es comenzar por un sistema similar al centroeuropeo para dar paso luego a uno más sofisticado como el luso
De esta forma, según cita El Español, la idea del Ejecutivo es presentar esta medida concreta a finales de este 2021 y empezarla a implantar para el último trimestre de 2023 o el primero de 2024 al estilo centroeuropeo. Sin embargo, sería una vez vaya instalándose en todos los vehículos cuando el sistema se haría más completo y se pasaría al modelo portugués para cobrar así igualitariamente según la distancia recorrida (el estilo centroeuropeo es rentable para los conductores que más kilómetros hacen pero muy perjudicial para los que apenas cogen el coche).
Una idea que aún está por pulir en casi todos sus detalles, pero que cobra fuerza ante la clara idea de acabar con el carácter de gratuidad de las carreteras españolas. Además, contaría con el firme apoyo de la Generalitat o la Diputación Foral de Guipúzcoa que ya han sondeado instalar las viñetas para las vías que están bajo su competencia.