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Reino Unido descarta movilizar al Ejército mientras crece la crisis del combustible

  • El alcalde de Londres pide una intervención militar "cuanto antes"
Una estación de servicio sin gasolina en Londres. Foto: Reuters

Del "No hay escasez de gasolina" con el que varios ministros británicos pedían calma el viernes a los ciudadanos a las imágenes de peleas callejeras en estaciones de servicio han pasado apenas tres días. En ese tiempo, un pánico generalizado en el Reino Unido ha resultado en largas colas y falta de combustible en entre un 50% y un 90% de las gasolineras, según la Asociación de Minoristas de Combustible del país. Y mientras tanto, el Gobierno de Boris Johnson ha descartado movilizar por ahora al Ejército para conducir los camiones de gasolina que llevan semanas varados, dentro de una oleada de desabastecimiento que mantiene al Reino Unido en tensión desde hace un mes.

La situación empezó a calentarse el jueves, cuando la petrolera BP anunció que recortaría un 20% sus entregas de combustible al Reino Unido por la falta de camioneros, que estaba estrangulando su cadena de suministro, y advirtió de que sus inventarios se estaban reduciendo rápidamente. Pese a las peticiones de calma por parte del Gobierno, el pánico de los ciudadanos ante las primeras imágenes de gasolineras desabastecidas desató un pánico que ha terminado en una profecía autocumplida.

En declaraciones a los medios, el ministro de Medio Ambiente, George Eustice, anunció que estaban utilizando a profesores de conducción de camiones militares para entrenar a conductores civiles que cubran el agujero de 100.000 camioneros que paraliza el país, pero que no tenían previsto usar a soldados para conducir esos vehículos por el momento. Aun así, recordó que la sección de crisis civiles del Ejército está atenta en caso de que haga falta en el futuro. Según The Guardian, los planes de emergencia ya están redactados y en la mesa de Johnson en caso de que la situación siga deteriorándose en los próximos días.

Por el momento, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha pedido en una entrevista radiofónica esta mañana que se desplieguen los soldados "cuanto antes" para estabilizar la situación en la capital, ya que "solo el Ejército tiene la experiencia logística" para intervenir en cuestión de horas. En su opinión, "una de las razones por las que la gente está comprando en pánico es que no creen al Gobierno cuando [los ministros] dicen que no hay escasez de combustible". Desde luego, las constantes peticiones de calma para que los ciudadanos no salieran a cargar sus coches en masa no parecen haber funcionado: algunas gasolineras de la capital dicen que las demandas de combustible se han multiplicado hasta un 500% este pasado fin de semana.

La crisis está provocando todo tipo de reacciones en el sector. La aseguradora AA ha advertido que, en medio del pánico, muchos conductores están recargando sus coches con el tipo de combustible incorrecto (gasolina o diésel) ante la falta del correcto. El Royal Automobile Club está advirtiendo de que algunas estaciones que sí tienen suministro están disparando sus precios ante el aumento de la demanda. Y la Asociación Médica Británica ha pedido que se reserve gasolina para las ambulancias y los trabajadores del sector sanitario.

La principal reacción del Partido Conservador y sus aliados ha sido inventarse que la falta de combustible es algo que ocurre en toda Europa, pese a que Reino Unido es el único país que la está sufriendo, pero las encuestas indican que una clara mayoría de los ciudadanos culpan al Brexit de los problemas. Preguntado por una televisión británica si enviaría ayuda al Reino Unido en caso de ser investido canciller, el líder del Partido Socialdemócrata Alemán, Olaf Scholz, recordó que "Nosotros pedimos a los británicos que siguieran en el Mercado Común de la Unión Europea, y ellos decidieron otra cosa".

La pregunta ahora es cuánto más se va a extender la crisis. La fecha límite para que el Gobierno entre en pánico es Navidad. Hasta entonces, sus esperanzas son que el desabastecimiento de comida, combustible y todo tipo de materiales sea solo el duro, pero breve, resultado de reajustar la economía para adaptarse a la vida fuera de la UE en medio de una pandemia centenaria que ha sacudido las cadenas de suministro de todo el mundo. Pero si la situación se cronifica, nadie sabe muy bien qué podría pasar después del "Dia N".

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