Los productos químicos para el tratamiento de aguas residuales han entrado en Reino Unido en la creciente lista de productos que escasean ante las interrupciones en las cadenas de suministro. De modo que el Gobierno ha dado permiso a las plantas de depuración para que expulsen aguas residuales sin el tratamiento adecuado.
La Agencia de Medio Ambiente ha publicado esta exención reglamentaria para que las empresas descarguen sus 'vertidos' de agua sin cumplir con las condiciones habituales en sus permisos. Esto se debe la escasez de químicos (sobre todo sulfato férrico) para tratar el agua, las empresas deberán usar los productos químicos para tratar las aguas más contaminantes. La exención permanecerá vigente hasta fin de año.
Un doble golpe
Reino Unido se enfrenta a los cuellos botella globales derivados del covid y la recuperación económica con el añadido del Brexit, que está generando una auténtica escasez de conductores de camiones en las islas, dejando imágenes de estantes vacíos en los supermercados y, probablemente, pronto se verá como las depuradoras empiezan a verter aguas residuales sin tratar a mares y ríos, una auténtica amenaza para el medio ambiente.
Las aguas residuales se están convirtiendo en un problema cada vez mayor debido al cambio climático. Estos 'vertidos' ya están llegando a los ríos y las vías fluviales de Reino Unido a través de un sistema que permite el desborde del agua durante tormentas extremas para evitar que las alcantarillas se sobrecarguen. El clima más extremo ha aumentado las precipitaciones, aseguran desde la agencia financiera Bloomberg.
Desde The Guardian aseguran que en este caso, la interrupción del suministro de sulfato férrico se debe a la escasez de conductores de camiones para entregar el producto químico, según ha revelado el organismo de la industria Water U.K. El problema no afectará el agua potable, asegura el grupo.
El Gobierno ha reconocido que probablemente las plantas de aguas residuales en Inglaterra empezarán descargar efluentes que no hayan sido tratados por completo debido a la interrupción causada por "fallos en la cadena de suministro".
Como se ha señalado antes, el principal componente que escasea está relacionado con la falta de disponibilidad de sulfato férrico, una solución ácida utilizada para suprimir el crecimiento de algas, según explican el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales.
Una escasez alarmante
La industria química es la última de una serie de sectores afectados por la escasez crónica de conductores de camiones provocada por el Brexit y la pandemia.
En las últimas semanas, Nando's se ha visto afectado por la escasez de pollo, McDonald's se quedó sin batidos e Ikea está luchando con por mantener el suministro de hasta 1.000 productos, incluidos los colchones.
La Asociación de Empresas Químicas ha asegurado que había estado advirtiendo a Boris Johnson, el secretario de transporte, Grant Shapps, y el secretario comercial, Kwasi Kwarteng, desde junio de este año sobre la posible interrupción en el suministro de sustancias químicas críticas para la industria del agua y la agricultura.
Una de sus preocupaciones es que la escasez de conductores sea aún más crítica en la industria química debido al requisito de algunas licencias adicionales para transportar sustancias peligrosas.
"Estamos viendo una verdadera crisis en el frente de los conductores", asegura Tim Doggett, director ejecutivo de la CBA. "Mi preocupación y lo que le he dicho a la Concejalía de Transportes esta mañana es el juego de sillas que veremos. Si tiene un conductor que se enfrenta a un trabajo en el que no tiene que salir de su cabina para lidiar con sustancias peligrosas y otro al que se le paga lo mismo y tiene que manejar estas sustancias y encima tener una licencia especial para hacerlo, ya sabe qué trabajo escogerá el conductor", sentenció.
