
Las ramificaciones del Brexit ya se están haciendo notar en la economía de Reino Unido. La falta de conductores del este de Europa, que ahora necesitan un complejo visado para trabajar en territorio británico, acrecentado por las restricciones al transporte por el covid, ha disparado la falta de productos en el país. Los stocks de las empresas británicas han caído a mínimos de 1983, y numerosas franquicias de restaurantes como McDonald's o KFC se han visto obligados a dejar de vender batidos o pollo, ante la falta de suministros.
En total, según denunció al diario The Guardian el director de la cadena de supermercados Iceland, hacen falta unos 100.000 camiones más para suministrar adecuadamente a todo el país. En estas fechas, además, empieza a prepararse la campaña de Navidad, por lo que la falta de stocks puede tener consecuencias de cara a los próximos meses, los más importantes del año para muchos comercios.
El viernes pasado, la empresa láctea Arla anunció que no podía suministrar todos los pedidos, y que habría escasez de leche en una cuarta parte de los supermercados de Gran Bretaña (no en Irlanda del Norte, que se rige por leyes europeas y está unido al mercado irlandés). La pasada semana, KFC y Nando's, ambas cadenas de pollo, tuvieron que retirar varios productos de sus menús. Y este martes, McDonald's anunció que suspenderían los batidos y los refrescos en todos sus locales de la isla ante la falta de suministros.
Ante las primeras quejas por desabastecimiento en supermercados, la respuesta del Gobierno de Boris Johnson fue afirmar que "los ciudadanos de este país votaron a favor de recuperar el control sobre las fronteras", animando a las empresas de transporte a olvidarse de los conductores europeos y a contratar británicos.
Los distribuidores, sin embargo, advierten de que no hay suficientes conductores en paro en todo Reino Unido para cubrir las necesidades, y aunque los hubiera, sus sueldos son mucho más caros, lo que repercutiría en un aumento generalizado de precios en toda la economía británica. El supermercado Tesco ya está ofreciendo bonos de mil libras a los conductores que se comprometan a trabajar de forma exclusiva con ellos.
Las otras soluciones sugeridas por el ejecutivo son comprar camiones más grandes, llamar al ejército para cubrir vacantes y usar a personas encarceladas como mano de obra forzosa, unas respuestas que han sido rechazadas por la industria como "un remiendo" para la situación. Shane Brennan, consejera delegada de la Federación de Cadenas de Frío, se lamentó de que "hemos visto un éxodo masivo de mano de obra fuera del Reino Unido durante la pandemia y no sabemos si podrán regresar". El fin de la libertad de movimientos se está cobrando sus consecuencias.