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Glovo: tecnología y responsabilidad como claves del liderazgo

Imagen: eE.
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Tras un año de fuerte expansión, Glovo cerró 2019 como líder del delivery en España y una presencia global que alcanza 300 ciudades y 22 países. La compañía se ha fijado alcanzar la neutralidad en carbono para 2021.

El sector del reparto o la entrega a domicilio -delivery- es uno de los más pujantes de la economía global. Un informe reciente de Deloitte le augura crecimientos de doble dígito en Europa, hasta alcanzar una facturación de en torno a 22.000 millones de euros en 2023. Para España, la auditora estima un volumen de negocio superior a los 1.200 millones dentro de tres años -un aumento del 65% respecto a 2019-.

En tan solo cinco años desde su fundación, Glovo se ha situado a la cabeza del sector en España, con presencia en más de 70 ciudades y dos millones de usuarios solo en este mercado. A nivel global, tras un 2019 de notable expansión, presta servicio en 300 urbes de 22 países y ha conquistado a nueve millones de usuarios.

Además, Glovo consiguió terminar 2019 convertido en unicornio: es decir, una startup valorada en más de 1.000 millones de dólares. Es la segunda española que lo logra, tras recaudar 300 millones de euros en dos rondas de inversión, en abril y diciembre. En consecuencia, la compañía prevé invertir en la expansión de su equipo tecnológico internacional -dispone de dos hubs, uno en Barcelona y otro en Varsovia-.

La compañía mantiene desde su origen un enfoque diferenciado: permite a sus usuarios recibir y enviar al momento cualquier producto -no solo comida-. Un servicio en apariencia extremadamente sencillo, pero que descansa en una base tecnológica sofisticada: un algoritmo que diseña las rutas más cortas y más seguras para el repartidor.

El crecimiento también se reparte

El éxito del modelo ha permitido a Glovo alcanzar la rentabilidad en España e Italia, y superar los 1.000 millones de euros en transacciones, gracias a los más de 76 millones de pedidos que ha entregado desde que comenzó a operar. Si en 2018 la compañía contaba con 490 empleados, hoy son 1.600, sobre todo en su sede, en Barcelona.

La actividad de Glovo ejerce también un efecto dinamizador de la economía, muy particularmente en las pymes. Al ofrecerles un canal de venta digital con millones de usuarios, las pymes españolas asociadas a la compañía pudieron facturar 42 millones de euros extras en 2019 -unos 12.000 euros al año adicionales de media para cada empresa-. Hoy, son más de 11.500 los comercios asociados a Glovo en España -y 20.000 en total-.

Las pymes españolas asociadas a Glovo facturaron 42 millones de euros extras en 2019

El sector de la restauración es otro de los más beneficiados por la actividad de Glovo y sus rivales. El estudio de Deloitte apunta que las plataformas de reparto de comida a domicilio han ayudado a los restaurantes a vender 1,6 millones de comidas adicionales por semana en Madrid, Londres, París y Varsovia, con un impacto estimado de 500 millones de euros.

El crecimiento de Glovo se apoya asimismo en alianzas con actores claves, como los supermercados. El pasado julio, la compañía firmó un acuerdo con Carrefour para gestionar las entregas a domicilio en Sevilla y Valencia. Tras observar un alza del 300% en el número de pedidos, la colaboración se ha extendido a Barcelona, Madrid, Bilbao, Valladolid, Palma, Granada, San Sebastián, Córdoba y Alicante, y un total de más de 60 establecimientos.

A todo ello hay que añadir el cambio que implica Glovo para los protagonistas de esta historia, los repartidores. El 38% estaban desempleados antes de colaborar con la compañía. El proceso es ágil: en 48 horas pueden comenzar a repartir, lo que les facilita generar ingresos rápidamente. El 72% de los repartidores se muestra satisfecho de colaborar con Glovo y valora especialmente poder decidir cuándo, cómo y cuánto quiere repartir.

Compromiso con el medio ambiente

Los resultados obtenidos por Glovo en sus cinco años de vida dan idea de una notable ambición. Los fundadores de la compañía han querido imprimir esta misma determinación en el plano medioambiental. Así, Glovo fue una de las primeras empresas en adherirse -en julio de 2019- a la iniciativa Business Ambition for 1.5 ºC de Naciones Unidas, que invita a las compañías de alcance internacional a participar en el objetivo global de limitar el ascenso de las temperaturas a 1,5 ºC respecto a niveles preindustriales.

El 72% de los repartidores se muestra satisfecho de colaborar con Glovo y valora la libertad de horario

En diciembre, Sacha Michaud, cofundador de la compañía, dio un paso más al anunciar el compromiso de Glovo de alcanzar la neutralidad en carbono en un plazo de solo 24 meses: para finales de 2021.

Aportación a la sociedad

Al mismo tiempo, Glovo inició hace un año un proyecto destinado a aportar su grano de arena al bienestar social en un sentido más amplio. Mediante Glovo Cares, los empleados de Glovo de todo el mundo pueden entregar pedidos de manera voluntaria, de la misma forma que lo hacen el resto de los repartidores y usando la misma app.

Por cada pedido entregado, la compañía dona 15 euros a una ONG local previamente escogida por los propios empleados. La importancia de Glovo Cares estriba no solo en el hecho de que se colabora con una buena causa, sino porque los empleados pueden probar todas aquellas mejoras tecnológicas de la aplicación que el equipo desarrolla y sugerir mejoras.

En 2019, 1.283 empleados, más de 700 durante el último trimestre del año, han realizado 5.600 pedidos, llegando a recaudar hasta 87.500 euros en todo el mundo. En España, se ha colaborado con el centro de acogida para niños y adolescentes con cáncer La Casa dels Xuklis, la Protectora de animales de Barcelona y con la ONG Proactiva Open Arms, entre otros.

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