
Más de la mitad del parque de viviendas en España fue construido antes de los años 80. Esto, además de constatar el envejecimiento de los edificios residenciales en nuestro país, evidencia una falta de eficiencia en lo que a consumo energético se refiere. De hecho, la vivienda ya es la tercera causa de emisiones de dióxido de carbono en España, según la Agencia Internacional de la Energía. Además, cuatro de cada cinco edificios no son eficientes en su consumo energético.
La concienciación de la sociedad sobre la eficiencia energética -cuyo día mundial se celebra el 5 de marzo- en este ámbito es esencial y todavía queda camino por recorrer. El 40% de los propietarios desconoce cuál es el certificado energético de su casa, aunque la mayoría ha escuchado hablar sobre él (88%), según revela UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) en el informe El camino hacia la sostenibilidad en el hogar.
"La concienciación sobre la importancia de la eficiencia energética en los hogares es un camino indispensable para lograr los objetivos de sostenibilidad y mejora ambiental. Si los propietarios saben que tener una vivienda con un certificado energético alto es sinónimo de mayor confort, ahorro energético y económico y ayuda al medio ambiente, ellos mismos buscarán las fórmulas para adquirir casas eficientes o reformar su hogar actual a favor de la sostenibilidad, sobre todo ahora con la inminente llegada de los fondos europeos para la rehabilitación energética de las viviendas", señala Cátia Alves, directora de RSC y sostenibilidad en UCI.
El 5% de los edificios de uso residencial cuenta con un buen certificado de eficiencia energética
A pesar del desconocimiento, según dicho informe, casi el 90% de los propietarios cree tener un hogar bastante eficiente, puesto que un 34% de ellos considera que vive en una casa muy eficiente y un 55% en un hogar bastante eficiente. Unos datos que contrastan con la realidad, y es que solo el 5% de los edificios de uso residencial en España cuenta con un buen certificado de eficiencia energética, según los datos ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica, es decir, disponen de una calificación de A, B o C.
El certificado energético es un documento que evalúa la eficiencia y el consumo de un edificio o parte del mismo, teniendo en cuenta cuenta distintas variables como los sistemas de ventilación, iluminación, calefacción o agua caliente. La escala de calificación va de la A -calificación más eficiente- a la G -la menos eficiente-. "Se ha convertido en una información clave y necesaria en cualquier tipo de operación inmobiliaria", destaca Alves.
Para vender o alquilar
Este documento es obligatorio tanto para vender como para alquilar una vivienda desde el año 2013. Según el Real Decreto 235/2013, se establece la obligación de poner a disposición de los compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética, "con el fin de que los propietarios o arrendatarios del edificio o de una unidad de éste puedan comparar y evaluar su eficiencia energética".
Posteriormente, en junio del año pasado llegó el Real Decreto 390/2021, que establece, entre otras, la obligación relativa al certificado de eficiencia energética para "toda persona física o jurídica que publique o permita la publicación de información sobre la venta o alquiler de un edificio o de parte del mismo, ya sea en agencias inmobiliarias, vallas publicitarias, páginas webs, portales inmobiliarios, catálogos, prensa o similares".
En este sentido, más de la mitad de las casas ofertadas en España no cumple con la norma, según indica un análisis de CoHispania sobre la oferta de compra de segunda mano, ya que el 53% del total de las viviendas ofertadas no tiene publicado el certificado energético y, por tanto, se desconoce la letra energética.
"Los propietarios que quieran alquilar o vender un piso no deben olvidar que su certificado energético puede ser determinante a la hora de encontrar un comprador o un inquilino, ya que influye en gran medida en el propio confort en la vivienda y en la capacidad de ahorro energético y, por tanto, económico de la vivienda a medio-largo plazo", afirma Alves, quien añade que "la rehabilitación energética es una buena forma de revalorizar las viviendas en un país donde el 95% de hogares son ineficientes en su consumo energético".
Rehabilitación energética
La experta de UCI señala que "existen ayudas que permiten a los propietarios desgravarse entre un 20% y un 60% del IRPF en reformas destinadas a la mejora energética y para solicitarlas es necesario presentar un certificado energético antes y después de la obra".
Fuentes alternativas de calefacción, ventanas, instalación de paneles fotovoltaicos, envolvente, aislamientos, son numerosas las actuaciones que se pueden hacer para mejorar la eficiencia y el consumo del hogar, tanto a nivel individual como en las comunidades de vecinos y que, principalmente, se realizan en las viviendas de segunda mano.
En este sentido, desde habitissimo exponen que el aislamiento de la cubierta y fachada del edificio, "en el caso de una vivienda construida antes de los años 80, esta reforma puede brindar un ahorro energético de entre el 30% y el 80%, mientras que si es posterior reduce el gasto entre un 30% y un 60%". Según los datos ofrecidos por la plataforma digital para la mejora del hogar y HomeServe, en 2021 hasta el 28% de las peticiones registradas estuvieron relacionadas con la mejora de la eficiencia energética de la vivienda, unos datos que están hasta tres puntos por encima de los registrados el año anterior.
En esta línea, la demanda y el aumento de los precios de la factura energética ha llevado a un aumento del interés por la instalación de placas solares fotovoltaicas para abastecimiento doméstico. "En concreto, las peticiones que recibimos en 2021 crecieron un 230% en comparación con el volumen que recibimos en 2019", apuntan los expertos de habitissimo.