
Las condiciones para solicitar el certificado energético, documento indispensable para vender un inmueble, han cambiado desde el pasado 3 de junio. El portal HelpMyCash revela algunas de las modificaciones más importantes.
Uno de los cambios de esta certificación, que ordena el consumo de energía de una en una clasificación de mejor a peor que va la A a la G, establece que aquellos edificios que tengan que pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE) también deberán gestionar este documento.
Otro de los cambios importantes es el periodo de caducidad de la certificación. Antes de la nueva normativa, ese tiempo se prologaba durante 10 años. Sin embargo, si la casa tiene certificación energética G, que es la más baja, su caducidad es a los cinco años.
"A partir de ahora, en consecuencia, ¡tendremos que estar atentos a la hora de vender nuestro piso! Si solicitamos el certificado hace más de cinco años, tendremos que volver a pedirlo antes de vender la vivienda", dice HelpMyCash.
Además, el portal recuerda que la ITE es obligatoria para poder vender un piso solo en edificios que tienen una determinada antigüedad. En concreto, aunque es un tiempo que puede variar entre comunidades autónomas, la inspección se debe realizar por primera vez cuando el edificio tiene más de treinta años.
Un último recordatorio que hace el portal es sobre que las inmobiliarias y particulares están obligados a incluir la etiqueta energética en los anuncios del piso. Esta norma no es una novedad, pero si no se hace, el propietario o inmobiliaria se puede enfrentar a sanciones que pueden alcanzar los 300 euros.