
El sector de la vivienda en España no solo ha logrado pasar de puntillas esquivando los golpes de la pandemia, si no que incluso ha logrado salir reforzado de esta crisis. Las cifras que registra el mercado mes a mes confirman que el segmento residencial se ha posicionado como uno de los más resilientes dentro del inmobiliario y también frente a otras opciones de inversión.
Los últimos datos publicados por el Colegio de Registradores y el INE apuntan a subidas de precios y de compraventas, dejando muy lejos los fantasmas que aparecieron al incio de la pandemia y que apuntaban a una caída masiva de las operaciones y a un importante ajuste de la vivienda.
Nada más lejos de la realidad, ya que los datos de los Notarios confirman que el pasado mes de octubre el número de compraventas siguió al alza hasta alcanzar las 56.958 operaciones, lo que representa un incremento del 14,4% interanual y eleva el acumulado del año a más de 539.000 operaciones. Esta cifra es sin duda significativa, ya que no solo supone que en octubre se superó en un 9,9% el total de operaciones del año pasado, también anticipa que probablemente, si el ritmo de operaciones sigue igual, cuando termine el año se habrán vendido más casas que en 2019 y puede ser este el mejor ejercicio desde la crisis de 2007.
¿Debe esto suponer una alerta para el sector?¿Significa que estamos a las puertas de una nueva burbuja inmobiliaria en España?. Los expertos aseguran que no. Para hablar de una situación de estrés en el sector que nos lleve al conocido concepto de burbuja, además de un encarecimiento de la vivienda, deberíamos ver niveles de financiación preocupantes en el sector del suelo y de la promoción residencial y por ahora esto no se está dando.
De hecho, el grifo de la financiación para los promotores se ha visto afectado por la pandemia y se han endurecido las condiciones, lo que ha hecho que una parte de los proyectos que estaban previstos para los próximos años se paralicen y ralenticen, lo que demuestra que ante periodos de incertidumbre, como el que ha generado el Covid, el sector inmobiliario y también el financiero se muestre más prudente.
Si bien, lo que es positivo por un lado, también afecta de forma negativa al mercado, especialmente al comprador final, ya que ante menor oferta y con una demanda en alza, se espera que los precios de la vivienda siguan subiendo, al menos de forma moderada el próximo ejercicio y con mayor incidencia en la obra nueva.
Según los datos del INE esta tendencia ya se ha registrado en el tercer trimestre del año, ya que mientras la vivienda de segunda mano se ha encarecido un 1,9%, la nueva lo ha hecho un 28% entre el segundo y el tercer trimestre de este año, lo que supone su mayor incremento trimestral desde el tercer trimestre de 2020.
Otro factor que también está afectando al encarecimiento de la vivienda es el incremento que se ha dado en los materiales y por tanto en los costes de la obra, que podrían suponer una subida adicional a la natural experimentada por el mercado del 3%. Además, la falta de mano de obra cualificada es otra de las problemáticas que arrastra el sector y que también ralentiza la puesta en marcha de proyectos.
Si nos fijamos en la media de España, el precio de la vivienda libre ha cerrado el tercer trimestre del año con una subida interanual del 4,2%, lo que supone el ascenso más elevado desde 2019, antes de que estallara la pandemia. Además, con este nuevo repunte los precios suman 30 trimestres de crecimiento interanuales. Si se compara con el trimestre anterior, el ascenso es del 2,1%. El incremento se ha dado además en todas la regiones excepto en País Vasco, donde disminuye 1,2 puntos. Los mayores incrementos de la vivienda según el INE se producen en La Rioja, Andalucía y Galicia, con subidas de 2,8%, 2,4% y 2,3% respectivamente.