
El acceso de los jóvenes a la vivienda es uno de los grandes problemas que arrastra el país desde hace años. Los altos precios de los inmuebles contrastan con los modestos salarios y el nivel de desempleo de los menores de 30 años. Además, la situación ha empeorado con la pandemia del coronavirus y ha provocado que solo el 17% de los jóvenes se haya emancipado de su hogar a finales de 2020. Desde luego que la situación para ellos es especialmente compleja ya que el coste teórico de alquilar una casa en solitario supone tener que destinar el 91,6% de su sueldo.
La cifra está muy por encima del 30% recomendado por los expertos para garantizar la sostenibilidad financiera. Ante esta situación, la mayoría de los jóvenes españoles se ven obligados a compartir piso, una opción que supone un desembolso del 27,8% de sus ingresos. En cuanto a la compra de vivienda, se necesita reservar el 55,1% del salario para el pago de la cuota hipotecaria, según el último informe del Consejo de Juventud España. El salario medio de las personas jóvenes con empleo en España es de 11.682,91 euros anuales (973 euros al mes).
"La compra de vivienda resulta muy restrictiva para gran parte las personas jóvenes debido a las condiciones de acceso a la financiación hipotecaria y el necesario ahorro previo para cubrir el desembolso inicial (generalmente del 20% del valor del inmueble", dice el mismo informe.
En total, más de la mitad de la población de entre 16 y 29 años que residía en una vivienda independiente (el 57,5%) optaba por la fórmula del alquiler a finales de 2020, a pesar del sobreesfuerzo económico que entrañaba. El mismo informe destaca que a finales de 2020 apenas el 36,4% de las personas jóvenes estaba trabajando, en una coyuntura de fuerte incidencia de la temporalidad contractual que lastraba la estabilidad económica necesaria para hacer frente a los pagos derivados de la vivienda.
El coste efectivo
A diferencia del "coste de acceso" -que mide la proporción de la renta neta que teóricamente debería destinarse para alquilar o comprar una vivienda libre-, el "coste efectivo" se refiere al desembolso que realmente realizan los hogares cuando están ocupando una vivienda.
En el caso de los hogares con personas jóvenes emancipadas, el coste efectivo medio en 2019 era superior cuando vivían de alquiler que cuando lo hacían en una vivienda de propiedad con una hipoteca en curso, del 29,4 % y el 24,3 % sobre el conjunto de los ingresos netos del hogar, respectivamente.